En el acelerado mundo del transporte urgente, sabemos que cada minuto cuenta. Para satisfacer las demandas de eficiencia y rapidez, muchas empresas han adoptado el método «Just-In-Time» (JIT) como un enfoque revolucionario que optimiza la cadena logística y potencia la competitividad.
Orígenes
El método que nació en Japón en los años 50, empezó cuando la empresa Toyota comenzó a utilizar un sistema propio de producción “Toyota Production System” que con los años se fue perfeccionando hasta definir el método Just in Time actual.
El JIT se basa en el principio fundamental de entregar los productos y mercancías en el momento exacto en que son necesarios, ni antes ni después. Esto implica un minucioso proceso de planificación y coordinación, donde cada eslabón de la cadena logística está sincronizado al máximo.
¿Qué se necesita?
En primer lugar, la comunicación es clave: se establecen vínculos cercanos con los proveedores y clientes para anticipar sus necesidades y expectativas. Los avances tecnológicos también desempeñan un papel crucial en este proceso, permitiendo una trazabilidad en tiempo real y un intercambio de información instantáneo.
La eficiencia es otro aspecto clave del JIT. Los tiempos de espera innecesarios se reducen al mínimo, lo que garantiza que los envíos se muevan de manera fluida y sin demoras en cada etapa del proceso. La optimización de rutas y el uso inteligente de los recursos también contribuyen a una mayor productividad y ahorro de costo